Número 30. Septiembre de 2010

Libros y revistas

materia crítica.

formas de ocio y de consumo en la cultura áurea

Enrique García Santo-Tomás (ed.)

Iberoamericana, 2009. 428 págs.

Marcelino J. Suárez Ardura

Cada vez es más frecuente la publicación de libros formados por la acumulación de diferentes aportaciones y trabajos de distintos autores. Tienen estas obras la virtud de mostrar el estado de la cuestión de un tema determinado desde la perspectiva que pueda ofrecer una gran variedad de disciplinas o desde el punto de vista de las diversas corrientes, paradigmas o escuelas que constituyan el campo de batalla de una misma categoría. En este sentido, semejan a las actas con las que se pretende materializar las intervenciones en encuentros, jornadas y congresos; no ocultan tampoco su parecido con los números monográficos de señaladas revistas especializadas, que procuran la concurrencia de los investigadores más prestigiosos para tratar ciertas cuestiones consideradas a veces cruciales o de actualidad. Ya no hace falta convocar el congreso, ni organizar el seminario o el coloquio; la llamada telefónica y el correo electrónico son tecnologías suficientes para coordinar la publicación de tales obras.

Sin duda, a este género bibliográfico pertenece el cuidado volumen Materia crítica. Formas de ocio y de consumo en la cultura áurea, publicado por editorial Iberoamericana en 2009 en edición de Enrique García Santo-Tomás, que comentaremos a continuación.

Instituciones culturales e ideología en la España aurisecular

Materia crítica acoge, bajo el motivo común de las formas de ocio y de consumo en la cultura del Siglo de Oro, a diecisiete autores que nos presentan diferentes estudios relacionados con la llamada cultura material de los siglos XVI y XVII en España. Una temática claramente vinculada a lo que, desde las disciplinas históricas, se ha venido denominando historia cultural, después del giro antropológico que está anegando determinadas parcelas de la Historia. Y sin embargo, sólo nominalmente estamos ante un campo categorial homogéneo porque, como se comprueba en los trabajos aquí agrupados, la verdadera característica es la heterogeneidad de los términos referenciales, la diversidad de los recursos metodológicos y la discontinuidad de los campos explicativos configurados. Enrique García Santo-Tomás en la introducción con la que abre la obra reconoce tal característica: “El presente volumen reúne una serie de artículos de naturaleza y temática diversa con el propósito de reflexionar sobre los modos de consumo más significativos de la España de los siglos XVI y XVII.” (Pág. 11). En realidad, para ser rigurosos, los únicos puntos comunes que cabría reconocer son dos: en positivo, las coordenadas espaciales y temporales relativas al Imperio Español de los siglos XVI y XVII; en negativo, la heterogeneidad de las coordenadas gnoseológicas y, acaso, filosóficas.

El conjunto de la obra aparece estructurado en ocho partes según las cuales se ordenan los diferentes contenidos, más o menos en virtud de la mayor afinidad de los asuntos. Comienza, pues, con una Introducción a cargo de Enrique García Santo-Tomás quien ofrece en rápidas pinceladas un cuadro general de la misma, a la vez que plantea los problemas metodológicos con los que se encuentran los estudios de la llamada cultura material: utilización de nuevas fuentes para los análisis culturales, relaciones sujeto-objeto, antecedentes históricos e importancia de la interdisciplinariedad.

Le sigue una segunda parte (Visiones del ocio urbano) donde se agrupan cuatro artículos que abordan cuestiones relacionadas con la vida cotidiana, las ceremonias y fiestas populares, las ideologías morales y el teatro. Así, se ponen de manifiesto los vínculos entre literatura y juego (Pedro Ruiz Pérez) en relación con el tejido social que cristaliza en la era moderna; se analizan las propuestas reformadoras de Luisa de Padilla y María de Guevara (Nieves Romero-Díaz), verificando su “discurso familiar” en tanto que ideología orientada a la restauración de los valores de la nobleza; se aborda el estudio de la fiesta de los toros (María del Valle Ojeda Calvo) a través de las obras de teatro de Lope de Vega y de Tirso de Molina, resaltando la importancia de la misma y mostrando cómo sus distintos aspectos sirven para la construcción de la acción dramática; o se investiga cómo la visión foránea de los modos y formas de ocio en la España del diecisiete (Jesús Pérez-Magallón) adolecía de un sesgo partidista vinculado a la configuración geopolítica de la pérdida de hegemonía de España.

En la tercera parte (El arte de acumular: libros, pintura, coleccionismo) se aborda en otros cuatro trabajos el análisis de dos instituciones culturales características del Siglo de Oro español: el libro y el bodegón. De un lado, como hace Héctor Urzáiz Tortajada, señalando la importancia del libro impreso durante el periodo barroco como objeto de veneración o, como Arantza Mayo pone de manifiesto, constatando el predominio del libro religioso en las bibliotecas de la España aurisecular, generalizado por todos los estamentos sociales. De otro lado, a través del estudio de los bodegones (Javier Portús) como fuentes para el análisis histórico cultural de un periodo tan difícil como el del barroco, señalando su compleja red de significados, relacionados con el estatus social y la riqueza; y confirmando cómo los bodegones poéticos se insertan en una tradición literaria clásica en vez de proceder de fuentes populares o realistas (Antonio Sánchez Jiménez), a través del análisis de las listas de frutas y verduras que aparecen en el Isidro de Lope de Vega o en la Fábula de Polifemo y Galatea de Luis de Góngora.

Ya la cuarta parte (El lujo y la cultura de la imagen) dedica tres trabajos a analizar otras tantas cuestiones relacionadas con los objetos de lujo y los condicionantes simbólicos que estos pueden ir adquiriendo en distintos contextos sociales. Primero, Bernardo J. García García se centra en una fuente historiográfica como las “licencias de paso” para describir un detallado cuadro sobre los regalos de lujo y la actividad diplomática. Elena del Río Parra estudia los artículos de lujo demandados por la sociedad de los siglos XVI y XVII, desvelando cómo afectaron, al menos desde el punto de vista ideológico, a la sociedad del Siglo de Oro al mudar la jerarquía de los objetos y remitir su valor a la posición de quien los posee. Y por último, el fenómeno de los coches, como producto urbano y cortesano del siglo XVII, es abordado por Alejandro López Álvarez mediante un detallado análisis de normas y reglamentos que nos permiten conocer su función social como elemento de exclusividad y distinción tanto en la metrópoli como en las Indias.

El apetito de lo prohibido (Quinta parte) profundiza en la dimensión social e ideológica que envuelve al consumo de productos tan cotidianos como los alimentos y cuestiona el papel de la literatura como un documento histórico directo, descriptor de determinadas realidades. Así, en primer lugar, Alfredo Alvar-Ezquerra nos muestra cómo los cambios que se producen a finales del siglo XVI repercuten en la estratificación social, ocasionando casi de inmediato demandas de reforma moral o de remoralización de la sociedad, lo cual repercutiría en una serie de medidas encaminadas a la reforma de las costumbres, marcando espacios y usos e imponiendo una nueva fiscalidad. Por su parte, Santiago Fernández Mosquera, partiendo de la vida y de la obra de Francisco de Quevedo, nos muestra que la literatura no recoge un fenómeno histórico-cultural como la difusión del tabaco con la verdadera fuerza que se derivaba de su implantación.

La sexta parte (Textos entre-[tejidos]) nos ofrece tres análisis que relacionan la producción textil y la construcción ideológica. En primer lugar, y desde una perspectiva teórica y metodológica, Encarnación Juárez-Almendros señala la importancia de la producción y consumo de los vestidos, los tejidos y las decoraciones en Europa a partir del siglo XVI de cara al conocimiento histórico (por ejemplo, como expresiones ideológicas). Marcella Trambaioli analiza la visión que el teatro español tiene de las ciudades italianas, descubriendo los clichés con que éstas quedan connotadas y demostrando que la literatura, una vez más, utiliza una lógica (tópica) sin nada que ver con la realidad. Finalmente, el análisis de la obra de Tirso de Molina, Don Gil de las calzas verdes, de María M. Carrión nos muestra la textura ideológica que envuelve esta pieza, señalando cómo a través del objeto de las calzas verdes (en tanto que el elemento crítico) se proyectan los conflictos relativos al género/sexo y al vestido, a la vez que se ponen de manifiesto los fluctuantes valores con respecto a la sangre, los linajes, el lujo, el dinero y la belleza.

Por último, el volumen se cierra con las partes séptima y octava donde se ofrece al lector respectivamente una interesante bibliografía ordenada por temas (de carácter general, sobre ropa y accesorios, sobre comida y banquetes y hábitos alimenticios, relativa a juegos y al acto de jugar, de consumo de arte y coleccionismo y sobre el libro) y una breve reseña bibliográfica de cada uno de los colaboradores.

Unidad y distinción de las ciencias

Materia crítica. Formas de ocio y de consumo en la cultura áurea ofrece, pues, una colección de artículos sobre las formas de ocio y consumo de la España aurisecular relacionándolas con una gran multiplicidad de instituciones culturales y desvelando su funcionalidad social. Es la perspectiva efectiva del estudio de la sociedad, bien que a una escala histórico-cultural y microsociológica que pone de manifiesto las ideologías que envuelven la dinámica cultural de tales instituciones (los juegos, el teatro, la fiesta de los toros, el libro religioso, el bodegón, el intercambio de regalos, los objetos de lujo, el coche, los alimentos, el tabaco y la ropa), la que confiere un mismo tono a la obra. Con todo, desde nuestro punto de vista —situado en un plano gnoseológico—, no cabe ver este trabajo colectivo como el resultado de la comunión de una pluralidad de aportaciones psicológicas, antropológicas, literarias, sociológicas, históricas, de género, etc. más que intencionalmente. Tales aportaciones quedan disueltas dando lugar unas veces a sociología del conocimiento, otras a historia social y cultural y aún otras a análisis filológicos. Esto no significa que no reconozcamos que aquellos campos disciplinares y corrientes metodológicas puedan ofrecer, como de hecho lo hacen, importantes apoyos para los análisis históricos aquí contenidos. Pero deben ser interpretados, si nos atenemos a un punto de vista estrictamente gnoseológico, como partes materiales más que como partes formales.

Consecuentemente, es la misma perspectiva gnoseológica la que nos obliga a distanciarnos del planteamiento reflexivo de Enrique García Santo-Tomás según el cual se interpreta este volumen en términos de interdisciplinariedad. A nuestro juicio —y al margen de la valoración que podamos hacer sobre el contenido del libro—, en rigor, no hay tal interdisciplinariedad, si con ello se quiere sugerir la eliminación de las fronteras entre las disciplinas o categorías científicas. La perspectiva que supone la disolución de las fronteras entre los distintos campos categoriales parte de una visión de los mismos exclusivamente en términos de instituciones sociales y, por tanto, entiende la formación de las disciplinas como resultado de las convenciones pragmáticas de las comunidades de científicos (de los departamentos universitarios). Al contrario, son las categorías científicas las que al constituirse nos permiten hablar de comunidades científicas y no al revés.

En realidad, cuando se habla de interdisciplinariedad (emic) se está diciendo algo oscuro y confuso, porque, a la vez que se pretende disolver los límites constitutivos de las diferentes disciplinas, se está reconociendo efectivamente su existencia. La interdisciplinariedad es una ciencia buscada. La variedad y pluralidad temática de Materia crítica. Formas de ocio y de consumo en la cultura áurea no implica interdisciplinariedad —salvo en un sentido débil— por muy de moda que esté esta palabra.

Ahora bien, esto nos lleva a toparnos con el término “cultura material” para advertir ya no sólo el hecho según el cual toda forma de cultura es material y que, por lo tanto, difícilmente quepa hablar de cultura material como si hubiera instituciones u otras formas culturales que no lo fueran —como si hubiera una cultura inmaterial o espiritual—, sino que los análisis de la llamada cultura material no cobran su categoricidad gnoseológica en tanto que cultura material misma, porque no es el objeto el que conforma las ciencias. Consiguientemente, es un vano empeño el de insistir en su no disciplinariedad ya que la sola existencia de términos fisicalistas (objetos de cultura material) no puede conferir, por sí misma, estatuto gnoseológico a una disciplina sin tener en cuenta otros componentes sintácticos semánticos y pragmáticos concatenados diaméricamente.

No hace falta, pues, tener que afirmar que el análisis de la cultura material tiene que caer bajo una categoría científica que la englobe en un único cuerpo gnoseológico para negar esto, dado que de hecho son numerosas las disciplinas que contienen en sus respectivos campos componentes materiales y formales que involucran a la cultura material, y, por tanto, tener que postular la interdisciplinariedad. Basta con reconocer que las instituciones culturales —las instituciones religiosas, sociales, artísticas, etc.— desbordan en todo momento los campos categoriales, porque su análisis no se agota en los mismos, y que precisamos necesariamente de una perspectiva que es “no disciplinar” pero tampoco interdisciplinar. Mas argumentar esto excede los límites concedidos para esta reseña.

 

oh, 36!

Lluis Portal

Editorial Universos

Coleición puru teatru n.º 1

Mieres, 2009, 78 páxines

Premiu Uviéu de Teatru 2007

Chechu García

L’escritor Lluis Portal estrénase na dramaturxa asturiana con Oh, 36! testu en cuatro actos que tien la guerra civil española como telón de fondu y que ta inspirada na vida del médicu y escritor maliayés Carlos de la Concha.

L’escenariu ye únicu, la casa asturiana onde demientres dellos meses vivió escondíu Don Carlos, metíu nun abellugu nel suelu p’afuxir de la persecución del dirixente anarquista y masón Cristóbal Cano.

L’aniciu presenta una familia conservadora con Doña América, muyer mui católica y esposa de Don Carlos, y la so criada Ciriaca, dambes les dos apolmonaes poles presiones del comité y cola rocea de que se descubra la gatera del suelu onde tienen l’agospiu.

Con esta trama y unos personaxes mui medíos, Lluis Portal ye quien a esquivar el documentalismu historicista, llevantando una obra sólida y bien armada, onde los datos salten del testu de forma natural, calteniendo un ritmu mui dinámicu. Choca y ye un puntu a favor que’l represaliáu, nesti casu, yelo de la república, lo que vien a frañer el clixé y da una visión más global de la inxusticia y deshumanización qu’hai en toa guerra.

Anque la obra ta enllena de dramatismu, tien dellos chisgos humorísticos bien consiguíos que-y dan al conxuntu del testu un equilibriu mui acertáu. Ciriaca, la sirvienta, vien a furrular d’elementu cómicu moderáu, llogrando amatagar l’escesu de dureza. Amás, l’anécdota del santu que salven de la quema de la ilesia y guarden en casa tou tapáu y del que namás se ve un puñu n’altu saliendo pente les mantes, va a dar un xuegu dialécticu mui prestosu.

Quiciabis el discursu que l’anarquista Cristóbal Cano, vencíu y derrotáu, tien con Don Carlos al final de la pieza seya lo más meyorable de la obra, pidiendo’l llector un “tour de force” de más altor ente los dos enemigos. Polo demás, Lluis Portal llogra con esta obra un pasu más na modernización del teatru popular asturianu. La guerra civil ye una apuesta perinteresante del autor qu’abre camín a futuros trabayos qu’afonden nun pasáu tan cercanu como poco andáu pol nuesu teatru.

Con Oh,36!, la Editorial Universos abre con ésitu la so coleición “puru teatru”, una primer pieza de calidá qu’esperemos marque’l nivel del restu de testos dramáticos que se publiquen na coleición.

 

poison

Lluis Portal

Editorial Universos

Coleición puru teatru n.º 2

Mieres, 2009, 56 páxines

Premiu Uviéu de Teatru 2008

Ch. G.

Tres muyeres coinciden nuna casa y descubren qu’amen a un mesmu home, un home que les ta engañando: Fernando. Esti ye’l filu argumental de Poison, una obra en tres actos que ye’l segundu trabayu dramáticu del escritor Lluis Portal.

Cristina, queda citada en casa d’Ana, nel diálogu ente les dos muyeres va a descubrise que Cristina ye l’amante de Fernando y Ana la so esposa. La noticia, que les garra por sorpresa, fai que los discursos de venganza y llerza pol engañu s’eleven a un primer planu. Entantes, llega Maya, una mocina que tá embaranzada de Fernando lo que va a enguedeyar la escena averándola al vodevil.

Pero lo que lleva camín d’una comedia al usu, va a camudar nel tercer actu, onde l’autor introduz toles claves del teatru de misteriu, con un crime ensin esclariar (l’asesinatu de Fernando), con un planteamientu de calter xeneral nesti tipu de teatru detectivescu (onde nun falta nin el policía inquisitivu y roceanu: l’inspector Pedrayes), con estes blimes alredor de los papeles protagonistes de tres muyeres engañaes y un policía, muévese Poison, pieza que lloñe d’algamar les sos velenoses y deductives intenciones dramátiques, queda curtia en planificación y resolución, échase en falta un afondamientu mayor, quedando’l final albentestate. Mentar tamién dellos xiros y usos castellanos que resten potencialidá y frescura a dalgún de los personaxes.

Anque Poison foi merecedora del Premiu Uviéu de Teatru nel añu 2008, ye una obra menor que nun algama l’altor que’l so autor, Lluis Portal, mos regalare en Oh, 36!

Taremos mui sollertes a futuros proyectos de Lluis Portal, un autor que sorprendió col so primer trabayu y que pué ser ún de los nomes de la renovación del teatru n’asturianu.

 

thule

Josep Carles Laínez

Academia de la Llingua Asturiana

Coleición Mázcara n.º 14

Uviéu, 2010, 68 páxines

Premiu al meyor testu teatral Academia de la Llingua 2008

Ch. G.

Thule ye’l tercer trabayu n’as-turianu del autor valencianu Josep Carles Laínez, una pieza estremada en ocho escenes, que tien como motor dramáticu la búsqueda vital. Seis personaxes masculinos representaos por dos actores, van a aporfiar por atopar Thule, una tierra maxinaria pero real, que pué ser una islla nel árticu, una llinde nes emociones de los amantes o un barcu que torna a casa.

Laínez apuesta por un teatru averáu a lo esperimental que se fai duru pal espectador y tamién en dellos momentos pal llector, la so voz dramática sigue una mena de ritu alloñáu del mundu real, con cantos dialécticos a la nada onde nun esiste un discursu pragmáticu, namás duldes, entrugues y glayíos de desesperación.

Dos marinos atrapaos pol xelu nun barcu, ven visiones, pantasmes, sienten la fría gadaña del olvidu; dos amantes que raspien lo imposible del amor y un llargu recorríu, casi eternu pa poder volver al hogar, son les tres histories que s’entemecen nun universu de silenciu y negrura.

P’afitar más esta señaldá vital, l’autor usa dos espacios dixebraos nel escenariu, con dellos diálogos onde los personaxes qu’intervie-nen nun falen ente ellos.

Thule ye una pieza con más cuayu que’l so primer trabayu n’asturianu Elsa metálico (ALLA, coleición mázcara, 5) de 1998, si naquella el vaciu, el silenciu y la soledá yeren la exa, nesti Thule síguese un camín más culturalista ya interesante, con personaxes de toque helenísticu que yá apaecieren en obres anteriores, Últimes hores d’Hefestión en Babilonia (La Ratonera, 17).

De la cultura griega van salir les figures protagonistes de Thule, el famosu marín Piteas, un erastés y un erómenos, arquetipos de l’Atenes clásica que van furrular como un adultu que tresmite al xoven les virtúes y saberes nuna rellación homoerótica con unes llindes mui marcaes pola sociedá.

Too ello va a facer qu’anque les intenciones de Thule seyan más metafísiques que dramátiques y magar la enorme dificultá de llevar esti tipu de teatru a les tables, la so llectura nun resulte abegosa, atopando nella rellumos d’un pensamientu que s’avera a les grandes entrugues y a la verdá.

Thule fai´l númberu catorce de la coleición Mázcara de l’Academia de la Llingua Asturiana, coleición que dende 1994 vien ufiertando un garrapiellu de títulos onde s’amuesa la evolución del teatru escritu n’asturianu nes dos últimes décades.

 

aullidos y humareda. las ratas van a la oficina

Lola Roel

Espiral/ Teatro

Editorial Fundamentos, 2010

Néstor Villazón

La cita de Nietzsche que abre el volumen (“Libertad, tal es vuestro rugido predilecto”) nos pone

sobre la pista de cómo es el teatro discursivo de Lola Roel, una consecución de diálogos estudiados y analíticos con barrenderos-poetas, escritores que juegan a asesinos, funcionarios que desconocen sus trabajos y hasta un gato llamado Zarathustra que hace su entrada con la siguiente afirmación: “Ciertamente, la luna tiembla esta noche de forma especial”. Su teatro no es un teatro de acción visible, sino que los conflictos son siempre interiores: nacen por y para la observación de la experiencia. En el primero de sus textos, Aullidos y humareda, la naturaleza de los mismos radica en la universalidad del conflicto humano, por lo que no se adhieren o especifican en una sola obra, sino que la obra es muchas veces la excusa para dicho análisis. Si atendemos a su argumento —la extraña conversación de un barrendero y un gato, junto con la muerte de un librero sirven como apertura de la obra—, veremos que no hay un conflicto argumentalmente trascendente —no al menos en el plano externo, sino el análisis de un conflicto, la lucha del ser humano con su propio yo, que a su vez son todos los conflictos imaginables.

La segunda de sus obras, Las ratas van a la oficina, se centra en una cuestión más social —desconocemos si la analogía con aquella conocida serie de televisión es provocada o no—, en una crítica a los organismos públicos, inmersos en un sistema acomodaticio que hace pasar los días entre cuestiones ineficaces —se dirime durante casi toda la obra sobre qué hay que tirar a la basura, lo que más adelante servirá como metáfora—, pero en los que la falta de interés ante cuestiones de carácter general perjudica en última instancia a las de carácter particular, que no ven apoyo ni salida. Deshacerse de una basura en la oficina de la cual no es necesario deshacerse, para seguir haciendo nada. Situación absurda que nos remite a lo absurdo y cruel de nuestra sociedad, con unos personajes que ya adelantan el tono de la obra: Tutú, Ilegal, Alter, Ego… Una situación de quietud de los organismos estatales, reflejo de la posible quietud del país, en un teatro, el de Lola Roel, dominado por las referencias filosóficas y el tono poético de sus elucubraciones, que no busca salida a los problemas que plantea, sino que los muestra para que cada espectador o lector sea el crítico de su propia naturaleza.

 

outside

(Teatro poético 2006-2009)

Roberto García de Mesa

Espiral/Teatro

Editorial Fundamentos, 2010

N. V.

Si tuviéramos que definir en una palabra el teatro poético de Roberto García de Mesa quizá sería la de “búsqueda”. Siempre muy cerca del género performático, su teatro es más una sugerencia que una afirmación, o mejor dicho, una exposición parcial de los hechos que produce diversas interpretaciones de carácter general en cada uno de los espectadores. Como decía Voltaire —y que aquí el autor rescata en una de sus obras— “el secreto de aburrir a la gente consiste en contarlo todo”.

 Ya en su prólogo advertimos que nos encontramos ante un poeta: “En este libro he pretendido dialogar sobre todo con la palabra poética más viva, desde la voz, desde el grito, y no tanto desde la acotación”. Incluso él mismo se refiere a la pertinencia en su teatro de esa generación perdida de la escena de vanguardia española, que se utiliza sobre la base de clásicos como Artaud, Jarry o Koltès. Por lo general, nos encontramos ante un teatro condicionado en gran medida por el momento histórico en que vivimos, con referencias y críticas al mundo bélico, político o de corte social, esto es, cotidiano. Esto no excluye la incursión en otros más personales, como puedan ser los de El no-actor —quizá uno de sus textos más sobresalientes— o Isla mínima. La suavidad melódica de su teatro poético contrasta con lo áspero de su temática, que persigue permanentemente una reacción en el espectador.

Un teatro en el que la interacción con el público siempre está latente, si bien no por lo general de una forma agresiva, directa, sino como ocurre en Hamlet Post Scriptum, donde el príncipe de Dinamarca exclama: “Un espectador que sepa mi nombre./ Un espectador que cumpla con mis expectativas./ Porque esto es una comedia. / He cifrado mi éxito.” La brevedad es también nota predominante en los quince textos que completan el volumen, si bien —como ya decíamos— estos se ven acompañados y necesitados de una coreografía escénica. En Bestiario nos dice en su única acotación: “Esta obra, en realidad, es como una instalación artística”. Con la amarga ironía que destilan sus textos (“No se arriesgue con el teatro contemporáneo”, Meditaciones en), termina, siempre, brindando el propio texto a su interlocutor: “Todo lo que hemos contado aquí./ Todo lo que hemos olvidado/. Lo que no hemos dicho, lo han dicho ustedes” (Outside).

 

fedra

Juan Mayorga

KRK Ediciones

Colección A Escena

Oviedo, 2010

Eva Vallines

Que un autor de la talla de Mayorga haya decidido hacer una versión de un clásico, es una oportunidad para disfrutar de uno de los mitos que más juego ha dado a lo largo de la historia. El fatídico amor de Fedra hacia su hijastro Hipólito tiene paralelos en otras culturas, como el tema de Putifar, que encontramos en el Génesis y en las literaturas egipcia, hitita, mesopotámica, india y persa. La variante con incesto, la del hijo-madrastra, es la que aparece en los trágicos griegos, debido a su gran potencial trágico. En la literatura griega no hay rastro del mito de Fedra e Hipólito hasta época clásica. El nombre de Fedra únicamente es mencionado con anterioridad en la Odisea, en el catálogo de mujeres que hace Odiseo al bajar al Hades. Parece ser que el tema central deriva de una antigua leyenda originaria de Trecén, donde sabemos que se rendía culto a Hipólito, el joven puro, hermoso y virginal, amante de la caza y los bosques. Este mito se vincularía más tarde al del héroe Teseo y se introduciría la figura de su oponente, Fedra, la mujer pasional que enloquece por amor y que irá usurpando el protagonismo a Hipólito en las distintas versiones del mito. En la tragedia griega es donde se realiza la primera concreción del desventurado amor de Fedra por su hijastro. De hecho, parece que el Hipólito velado de Eurípides, fue su primera versión, en la cual Fedra se presenta como una mujer desvergonzada que revela su amor descaradamente a Hipólito, al que acarrea la perdición con su falsa acusación. Debido a la reacción negativa del público, Eurípides compuso otra versión, Hipólito coronado, que es la que hoy en día conservamos y en la que Mayorga se basa principalmente. Sófocles y Licofrón también compusieron una Fedra. De ellas sólo se conservan muy pocos fragmentos, aunque sabemos que influyeron en la de Séneca. La versión del mito que presenta Séneca también va a marcar de forma importante la obra de Mayorga, empezando por el título (aunque ya toda la tradición, a partir de Séneca concede el título a la heroína y desplaza a Hipólito, si exceptuamos el Hipólito de Garnier, en 1573). Ovidio le dedicará a Fedra su Heroida IV. En el neoclasicismo la Fedra de Racine retoma el mito introduciendo nuevos ingredientes, como el personaje de Aricia. Ya en época contemporánea destaca la Fedra de D’Annunzio, que celebra el triunfo de la pasión. En España van a ser importantes las de Unamuno, Villalonga y Espriu. Más recientemente, autores como Domingo Miras y Lourdes Ortiz han escrito una Fedra revisando el mito y por último nos encontramos las aportaciones más actuales, de Raúl Hernández y Sarah Kane, en las que hay una labor de deconstrucción de la base mítica tradicional.

La Fedra de Mayorga es una obra de creación propia a partir de los materiales que le ofrecen principalmente Eurípides, Séneca y Racine. No es una adaptación, como la que realiza Unamuno al transponer los personajes a la época contemporánea, al modificar el final (Hipólito no muere, sino que tras conocerse la verdad se reconcilia con su padre) y al introducir la religión y el arrepentimiento cristiano en el personaje de Fedra. Mayorga realiza una reescritura del mito que lo actualiza sin necesidad de transposiciones temporales. El propio Mayorga afirma: “no hemos querido actualizar la fábula pues el mito siempre es actual”. Y realmente estamos ante un texto plenamente actual, por la fuerza de los personajes, por su verdad y por la tragedia atemporal de sus sentimientos. No se dan en esta obra coordenadas espaciales ni temporales, no se menciona época ni lugar, ni falta que hace. Mayorga elimina, respecto a la versión de Eurípides, los personajes de las diosas Afrodita y Ártemis (que abren y cierran la tragedia euripidea), los coros y el mensajero. En su lugar introduce nuevos personajes, como Acamante, el hijo de Fedra y Teseo, que no aparece en ninguno de sus predecesores y que es quien presenta los sentimientos más puros, recordándonos en su escena de lucha con Hipólito a la pareja Aquiles-Patroclo. De Racine toma el dar nombre a la nodriza, Enone, y el personaje de Terámenes, aunque allí es el preceptor de Hipólito y aquí su mejor amigo. El personaje de Enone adquiere en Mayorga una importancia estratégica, pues será quien aliente esperanzas en el corazón de Fedra e intervenga para tratar de convencer a Hipólito de que ceda a los deseos de su ama. Esto también ocurría en Eurípides, si bien en éste Fedra nunca revela su amor directamente a Hipólito y de hecho su encuentro es fugaz, no llegan a dialogar. Ni siquiera asistimos a la conversación de la nodriza e Hipólito, sino que en una sabia elipsis, Eurípides sólo nos muestra lo que Fedra escucha tras una puerta. Mayorga, siguiendo a Séneca y Racine, nos ofrece en la escena 8 el encuentro entre Fedra e Hipólito, en el que ésta le confiesa su amor, y que constituye uno de los puntos álgidos de la obra. Otro aspecto en el que Mayorga sigue a Séneca es en situar a Teseo en el Hades, lo cual exculparía en parte a Fedra, pues lo cree muerto. A su regreso de los infiernos, Teseo, tanto en Mayorga como en Séneca, encuentra aún viva a Fedra, mientras que en Eurípides ya se ha ahorcado dejando una tablilla inculpatoria, que desencadena el trágico final de Hipólito. Al igual que en Séneca, la Fedra de Mayorga, tras conocer la muerte de Hipólito a causa de la maldición lanzada por su padre, revela la verdad y se da muerte con la espada, uniéndose por fin al cadáver de Hipólito y culpando a Teseo y al destino del trágico final de ambos. Nuestro autor presenta rasgos nuevos en los dos protagonistas, Hipólito no es el joven orgulloso que peca de hybris en la tragedia euripidea, sino que incluso en la escena 11 se atisba una posible rendición a los efectos del amor. Fedra, es exculpada en parte, pues ella nunca estuvo de acuerdo en revelar su incestuoso amor y sólo accede a culpar a Hipólito a instancias de la nodriza, como ocurre en Racine, con el único fin de tratar de salvar a su hijo. Se humaniza de esta forma a unos personajes que sufren las consecuencias de un amor loco que violenta las leyes morales y les llevará a la destrucción. Otros temas que aborda este drama son el problema político de la sucesión, la misoginia de la época, de la que se duelen Fedra y Enone, el poder de las palabras: “eso es lo que destruye a las familias y a los pueblos: las palabras”, que son las que van modificando la acción a lo largo de toda la obra, a través de diálogos breves y brillantes y decisivos monólogos. Un texto con grandes dosis de poesía, pero con una sencillez que llega al corazón del lector/espectador y con un ritmo dramático impecable, marcado por una ágil y dinámica sucesión de escenas. Una obra recomendable para todos los interesados en revivir un mito inmortal de la mano de un autor capaz de convertir las palabras en espectáculo.

 

teatro

promoción resad 2009

Espiral/Teatro

Editorial Fundamentos, 2010

E.V.

La editorial Fundamentos lleva desde 1999 publicando los trabajos de los alumnos recién licenciados de la especialidad de Dramaturgia de la RESAD. En el presente volumen, Lola Blasco, Antonio Sansano, Óscar Guedas y Laura Rubio han optado por incluir sus trabajos del Taller Fin de Carrera. En cambio, del Taller de Dramaturgia provienen los de Álvaro Lizarrondo, Amanda Rodríguez y Diana Soto Power. El nivel de los siete textos que aquí se recogen es muy alto. Sorprende la buena factura y solvencia de la escritura de estos jóvenes. Cada una de las obras está introducida por unas interesantes palabras de profesores de la especialidad como Fernando Doménech, Yolanda Pallín, García May, Itziar Pascual, José Cruz, Daniel Sarasola y el propio Pedro Víllora, autor de la introducción y responsable de la edición. Otra de las características del volumen es la gran variedad de registros que ofrecen las obras de estos nuevos dramaturgos. Nos encontramos textos de carácter experimental como Oración por un caballo de Lola Blasco, inspirada en el atleta negro Jesse Owens, aquí convertido en caballo, que en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936 puso en tela de juicio la supremacía de la raza aria, ayudado por el atleta alemán Luz Long, y Huérfanos de Diana Soto Power, extraña mascarada de ambientación dantesca en la que personajes sin rostro evocan de forma simbólica la historia de un banquero malvado y sus hijos. De corte más realista y con carácter histórico son los trabajos de Óscar Guedas Los Cantos de Catulo (Catulli Carmina), y de Laura Rubio Moths (Mariposas nocturnas). En el primero de ellos nos trasladamos a la Roma clásica de la mano del poeta Catulo, que recorre en una ajetreada noche las calles de una Roma envuelta en las intrigas políticas de finales de la República. Una obra cargada de poesía en la que se entremezclan los versos del propio Catulo. Moths (Mariposas nocturnas) es una obra de gran madurez, que recrea la relación de Virginia Woolf y su hermana, la pintora Vanessa Bell. La reflexión acerca del arte y en concreto la relación entre la pintura y la literatura, la búsqueda de la identidad y las intrigas amorosas entre el cuarteto protagonista, formado por las dos hermanas, el marido de Vanessa, Clive Bell, amante ocasional de Virginia y el crítico de arte Roger Fry, amante de Vanessa, conforman un texto que tiene entre sus virtudes la adecuada aproximación a la atmósfera del grupo de Bloomsbury, tanto a través del lenguaje como de los demás elementos dramáticos. Lobos de Antonio Sansano, es un impresionante drama familiar que reproduce un ambiente asfixiante y enrarecido a modo de western cinematográfico con una estructura circular, que refleja un mundo de hombres donde las dos únicas mujeres que aparecen serán las catalizadoras de la tragedia. También inscrita en el universo familiar está Carne de membrillo, de Amanda Rodríguez, reflexión sobre el pasado en la que el tiempo y los recuerdos amenazan el presente de la pareja formada por Pablo y Esperanza. Por último, Milonga de la enzima dorada, de Álvaro Lizarrondo, gira en torno a la inmortalidad y los alquimistas. Ambientada en la Polonia actual, en la mansión Mickiewicz, donde los científicos Tadeusz Kowizki y María Tarska persiguen la inmortalidad, combina la fantasía con unas pinceladas de humor. En suma, este volumen ofrece una buena oportunidad para tomarle el pulso a la dramaturgia más reciente.

 

la obscuridad del ocre

Miguel Signes Mengual

candela guzmán, la candela

Ignacio Amestoy

El teatro de papel

Primer Acto

Madrid, 2010

El libro incluye la Ley de Memoria Histórica y un importante artículo de José Monleón como introducción al tema y a los autores. Miguel Signes Mengual, al que los asturianos más veteranos recordarán porque en los sesenta creó el grupo de agitación Teatro Documento de Oviedo, presenta en La obscuridad del ocre la primera parte de su trilogía cobre la Transición y la Democracia. E Ignacio Amestoy desarrolla en este bonito monólogo a dos voces que es Candela Guzmán, la Candela, una historia realizada a partir de unos trabajos de investigación sobre unas fosas en cortijos andaluces durante la Guerra Civil, y sobre el secuestro de bebés en España.

 

la lección

Eugène Ionesco

Teatro Español

Madrid, 2010

Al igual que en otros títulos anteriores de esta magnífica colección, La lección, de Ionesco, viene acompañada de importante material gráfico y de un significativo estudio sobre las representaciones más relevantes. El cuaderno contiene colaboraciones de Joan Maria Gual (director del montaje para el Teatro Español), de Juan V. Martínez, Cristina Raventós, Silvia de Marta, de los intérpretes Manuel Barceló, Itziar Miranda y Maica Barroso, y dos artículos largos sobre la recepción de Ionesco en Europa y España de  Joan-Anton Benach y Cèlibe Vilvandre de Sousa.

 

chocolate para desayunar

rondó para dos mujeres y dos hombres

Ignacio Amestoy

Espiral/teatro

Editorial Fundamentos, 2009

Chocolate para desayunar es el Premio Lope de Vega 2001 y un divertimento sobre el rol de comportamientos entre hombres y mujeres de una misma familia. Ahora aparece al lado de Rondó para dos mujeres y dos hombres, otra pieza al amparo del mismo palio para tratar las rivalidades de éxito y de diferencia —o de dependencia— que hay entre los sexos. El libro lleva un prólogo de Guadalupe Soria y una amena nota del autor, Ese cuarto propio de la mujer, que en su día le sirvió a Amestoy de conferencia y aquí nos sirve para repasar la importancia que han tenido los personajes femeninos en su obra.    

 

setepalcos, n.º 6

Cena Lusófona

R. António José de Almeida, 2

3000-040 Coimbra

Número monográfico sobre el teatro en Cabo Verde. Inventario de los grupos teatrales y de los espacios de Santo Antâo, S. Vicente, Boavista, Maio, Santiago y Brava, así como de los dramaturgos más representados. Una entrevista a Joâo Branco y otra a Jorge Martins donde se evidencia la falta de espacios convenientemente equipados para las representaciones, así como el interés que la escena despierta entre los jóvenes. La revista, a color en sus 107 páginas, sostiene —al igual que en sus anteriores números—una buena impresión y diseño. 

 

ade / teatro, n.º 131

Costanilla de los Ángeles, 13, bajo izq.

28013 Madrid

Nueve escenógrafos y catorce directores de escena conocidos dan su opinión acerca del —no siempre bien llevado ni entendido— lugar que ha de ocupar la escenografía en el montaje escénico. Sobre “El esoterismo en el teatro”, título del apartado monográfico más importante de este número, escriben García May, Antonio Ballesteros, Manuel F. Vieites, Ana Contreras, Blanca Baltés y Alicia E. Blas, y se publica el texto en un acto sobre espiritismo Más allá, del gallego Xaime Quintanilla Martínez. La revista también contiene la pieza breve Franka Stein, de Luis Maluenda, y sus otros apartados sobre noticias de los asociados y el homenaje sorpresa rendido a Juan Antonio Hormigón.

 

ars dramatica, n.º 3

Escuela Superior de Arte Dramático del Principado de Asturias

El número tres de la revista Ars Dramatica, de igual formato que el anterior, recoge trabajos de los talleres de 4.º de Dirección, un repaso a la cartelera asturiana del 2009, noticias de la V Semana Cultural, el texto de Angélica Liddell Antes de los trece años ya habré leído a Wittgenstein, y un espacio dedicado a la pedagogía con artículos de Nacho Ortega, Enrique Villanueva, Rosa Ana Muñoz Cayado, Fermín Menéndez, Josefa Ortuño, Ana Serna Aguirre y Ana Mª Pérez de Amézaga.

El editorial, firmado por Joaquín Amores, informa del desarrollo del nuevo proyecto curricular según directrices de la U.E.

 

artez, n.º 160

Aretxaga, 8, bajo

48003 Bilbao

Muchos de los festivales más importantes celebrados en España y Europa tienen seguimiento en estas páginas: Feria de Teatro de Castilla y León, Festival Puerta al Mediterráneo, FETAL, Festival Internacional de San Javier, Festival Internacional de Teatro de Brasilea, ARCA´10, Odin Week Festival, Desalona, Teatro de Calle de Medina del Campo, FITAG, Certamen Teatral del Marquesado… al lado de noticias de estreno y artículos de opinión de María José Ragué-Arias, Alfonso Sastre, Josu Montero, Javier Villán, Carlos Be, Jaime Chabaud, y otros.

 

primer acto, n.º 331

Ricardo de la Vega, 18

28028 Madrid

El teatro del británico David Hare, dentro del XIV Ciclo Autor, que anualmente organiza en Madrid Vicente León, tiene en este Primer Acto el apartado principal de la revista, que también incluye el texto Vía Dolorosa, que trata sobre el  conflicto palestino-israelí, donde el autor recrea su viaje a Oriente Próximo. Los encuentros y festivales, Festival Escena Contemporánea, el CELCIT, junto al Encuentro IITM en Marsella, los ficheros y reseñas bibliográficas, cierran los contenidos. 

 

casahamlet, n.º 12

Rúa Alfonso VII, 11-baixo

15005 A Coruña

Casahamlet divide sus apartados en dos bloques, uno de teoría y otro de creación. Alfonso Becerra de Becerreá, profesor en la Escola Superior de Arte Dramática de Galicia, abre el número con “Metáforas dramatúrxicas do ser humano (o personaxe dramático e as súas variantes escénicas)”. Las ilustraciones, de atractivo color, que acompañan a los artículos y textos dramáticos embellecen las obras de Marcos Abalde Covelo, Eva F. Ferreira, Teresa González Costa, Carlos Labraña, Manuel Lourenzo, Jacobo Paz, Olivia Pena, Gustavo Pernas Cora, Xesús Pisón, Rubén Ruibal y Roi Vidal. 

 

rgt, n.º 63

Apdo. Correos 210

36940 Cangas, Pontevedra

A la espera de la edición en castellano, quienes quieran acercarse al último Premi Born pueden hacerlo en gallego desde estas páginas. A muller que perdía todos os avións —también disponible en euskera a través de Artezblai—, de Josep Maria Miró, traducido por Alfonso Becerra, se incluye en la revista en un apartado amarillo bien diferenciado. La Feria de Títeres de Lleida, ALT´10 y XI Festival de Títeres de Redondela, junto a otros artículos más directamente relacionados con el teatro de la comunidad de Galicia, cierran el número del verano.

 

pygmalion, n.º 1

Revista de teatro general y comparado

Instituto del Teatro de Madrid

Revista monográfica dedicada a “El teatro catalán en los inicios del siglo XXI” en un trabajo coordinado por el profesor David George, que cuenta con la participación de especialistas: Mercè Saumell, Ricard Gázquez, Ramon X. Rosselló y Sharon G. Feldman. Se incluye una entrevista con Boadella, un ameno artículo de López Mozo sobre las filias y fobias de Rodríguez Méndez y la pieza de Josep Maria Benet i Jornet Salamandra.

 

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