Número 9. Septiembre de 2003

Un clásico del teatro comprometido

Pópulus: hacia la formación de un grupo de teatro popular

 

Juan Otero

 

Otero; Juan Carlos Otero es un clásico del teatro gijonés. Su primera aparición, digamos, "documentada", es formando parte del elenco de El mono velludo, de Eugene O’Neill, montado por La Máscara en 1963. En ese mismo año, se incorpora a Gesto Teatro de Cámara de Gijón y en mayo estrenan la (políticamente durísima) En la red, de Alfonso Sastre. Participa en La camisa; Historias para ser contadas; Las brujas de Salem; Dejad que los perros ladren... como actor o en tareas técnicas y en Un hombre duerme de Ricardo Rodríguez Buded, Otero comienza a dirigir, faceta en la que se encuentra muy cómodo y que desde ese momento ya no abandonará... salvo para cumplir con el servicio militar en Valladolid, que dicho sea de paso, le permitió participar en las Jornadas de Teatro Nuevo celebradas en octubre de 1966, formando parte del elenco de la obra de Manuel de Pedrolo, Hombres y no, presentada en aquellas jornadas por el TEU de Valladolid.

A su vuelta y cerrado Gesto por orden gubernativa, se convierte en el dinamizador fundamental del grupo de antiguos componentes de aquella mítica sociedad teatral gijonesa que habrían de impulsar, primeramente el TEU de Gijón (El alegre verano de Joaquín Fuertes) y más tarde el TEU de la Escuela de Peritos, en el que dirigió: El Rey se muere de Eugene Ionesco; Ligazón y La rosa de papel de Valle Inclán; Los dos verdugos y Ceremonia por un negro asesinado de Arrabal... En esta época también colaboró como actor con Rosario Trabanco y Antonio Medio en algunas funciones de teatro costumbrista.

En 1968 dirige en La Máscara, reorganizada por Urrutia, un Homenaje a Pirandello escrito por él mismo y una Pasión escrita por Mario Huerta Suárez. Poco tiempo después, pone en marcha el grupo de teatro POPULUS... Pero esta es una historia que será mejor que él la cuente.

 

Aglutinados en torno al Centro Castellano Leonés, no por afinidad política, sino porque teníamos la posibilidad de disponer de un local y un marco legal para llevar a cabo actividades artístico-culturales.

Estamos a finales de la década de los 60 del siglo pasado. Éramos un grupo de unos 20 jóvenes. Una de las actividades más importante que realizábamos era el teatro. El trabajo que ofrecíamos no tardó en encontrar una fuerte resistencia de los antiguos socios, que se fue endureciendo, hasta el extremo de amenazar a punta de pistola a un compañero. Evidentemente la convivencia se hizo imposible.

Por aquel tiempo y al amparo de la nueva ley de asociaciones, se estaban constituyendo diversas sociedades culturales en Asturias. Decidimos entonces incorporarnos a la recién formada Sociedad Cultural Gijonesa. Aparte del local y el amparo legal que nos ofrecía, encontramos un amplio respaldo material y apoyo moral; y lo más importante, una afinidad ideológica. En aquel marco el grupo de teatro comenzó a desarrollarse favorablemente.

Otra de las sociedades existentes era la Sociedad Cultural Pumarín, donde disponían de un grupo de teatro propio pero necesitaban de un coordinador y recurrieron a nosotros para tal fin. Contábamos entonces con dos grupos de teatro que iniciaron su andadura indistintamente.

En Junio de 1969, la Asociación Amigos de Mieres nos invita a participar en un homenaje a Alfonso Camín. Preparamos para la ocasión un recital de poemas de Brecht. El teatro Capitol tronó: el público en pie y los actores por el patio de butacas, resultó un canto de reivindicación por las libertades. Aquello nos estimuló enormemente en nuestro trabajo, por tanto decidimos formar un grupo de ámbito regional ya que el espacio de actuación de las sociedades culturales era local. Entramos en contacto con las asociaciones Amigos de Mieres y Amigos del Nalón, y posteriormente con otras asociaciones de Asturias. Formulamos el proyecto de fundar un grupo de teatro en el que estuvieran implicadas las sociedades culturales de una manera activa, la creación de una sociedad de espectadores, sobre la idea base de mantener una comunicación más directa con el público, no sólo a través del espectáculo mostrado sino debatiendo sobre el trabajo realizado. Establecer un mayor acercamiento entre quien ofrece el trabajo y quien lo va a ver, que posibilitara un enriquecimiento mutuo. Acordamos la formación de distintos grupos a nivel de Asturias bajo un nombre único, con absoluta independencia en el funcionamiento, así como en la elección de textos y montaje; pero que a todos unía un pensamiento ideológico similar. Fundamos el grupo "Populus", con domicilio social en Gijón. Bajo esos acuerdos empezamos a funcionar. La idea de un nombre único no cuajó y cada cual volvió a sus orígenes.

En Gijón seguimos operando con el nombre de "Populus" y fuimos perfilando una forma de hacer distinta, encaminada hacia el llamado teatro documento, que nos sirviera de estudio e investigación hacia nuevos caminos de la actividad teatral. Trabajamos con textos de diversos autores: Lorca, Brecht, O´Casey, Neruda, Guillén, Valle, Evtuchenko, etc. A la vez pusimos en marcha la sociedad de espectadores con una cuota mensual, al igual que había hecho Gesto, una práctica muy habitual en Alemania.

En el transcurso de su existencia el grupo "Populus" pasó por varios ciclos de actividad, e infinidad de personas compusieron los diversos elencos que trabajaron en las distintas épocas. La idea original de un teatro que comunicara más directamente con el espectador se mantuvo en los diferentes períodos, aunque la programación no se ajustara siempre al modelo didáctico de información. La diversidad de componentes obligaba en algunos momentos a flexibilizar la programación, en aras de una unidad de trabajo en común.

Otra de las actividades realizada por "Populus", fue el establecimiento de un festival de teatro en colaboración con la organización del "Día de la Cultura", que se celebró anualmente, y tuvo lugar durante varios años. Era una forma de acercar el teatro que se hacía en otros lugares, al margen de las compañías habituales en los circuitos profesionales, dando la posibilidad de ver a grupos como: "Espolón del Gallo", "Teatro Libre", "El Mascarón", etc., que ofrecían un teatro diferente en cuanto a textos y montajes, y con una fuerte carga social.

A través de estas breves notas se puede determinar que el grupo de teatro "Populus" forma parte del patrimonio teatral de Asturias.

  

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