XVII Feria de las Artes Escénicas de Castilla La Mancha
Laura Iglesia
Entre los días 9 y 11 de abril tuvo lugar la XVII Feria de las Artes Escénicas de Castilla La Mancha, punto de encuentro entre gestores, productores y compañías, y escaparate de las producciones recientes de compañías de todo el territorio.
Selección artística muy variada, con espectáculos para todos los públicos y de todos los géneros y estilos. A lo largo de estos días, en Albacete se ha podido ver teatro para adultos, para público infantil, producciones de calle, teatro clásico, danza… De entre esa variada programación, nos hemos detenido especialmente en los espectáculos de sala para adultos programados en los tres espacios de formato más grande: Teatro de la Paz, Auditorio Municipal y Teatro Circo. Tres teatros. Tres jornadas. Tres propuestas cada día:
Un Hamlet coproducido por las compañías La Caléndula y El Maquinista fue la puerta de entrada en la Feria. Reencuentro con Shakespeare, en este caso de la mano de un joven equipo. Siete actores en adaptación contemporánea dirigida por Lorena Frutos. Una puesta en escena bien arropada técnicamente, con buenas ideas desde la dirección e imágenes muy cuidadas.
Juana, la reina que no quiso reinar de Histrión Teatro ofrece un trabajo brillantísimo de la actriz Gema Matarranz entregándose sin reservas al personaje histórico de la Reina Juana I de Castilla. Teatro con mayúsculas. Excelencia en un intenso viaje emocional a la lucidez de la locura: Juana, la reina loca. Mujer, amante, madre, reina destronada y víctima. Un texto excelente. Una puesta en escena sobria, muy bien iluminada y muy efectiva, arropando una interpretación magistral. Gran trabajo de voz y composición del personaje que arrastró desde el minuto cero a todo el auditorio y culminó con el aplauso más cerrado y sólido de toda la Feria.
¡Ay, Carmela! de Nacho Vilar Producciones, Apata Teatro y Gaupasa Producciones, puso fin a la primera jornada. Un texto muy querido por la gente de la profesión, en esta ocasión en una impecable puesta en escena dirigida con mano amorosa por Pepe Bornás. Sobre las tablas, Elisa Matilla y Daniel Albaladejo dando vida a Carmela y Paulino en una interpretación generosa, llena de humanidad y de matices.
La segunda jornada de la Feria comenzó con otra grata sorpresa La mudanza de la compañía Perigallo Teatro en coproducción con La Comuna de Lisboa. Dos generaciones de una misma familia viven el mismo conflicto en dos momentos históricos diferentes: el drama de abandonar el hogar y marcharse a otro país en busca de trabajo. Un texto contemporáneo sobre la supervivencia en momentos de crisis económica, sobre los recuerdos, sobre el desarraigo, sobre la superación. Humor agridulce y momentos conmovedores muy bien manejados por la pareja protagonista: talento, buen hacer, frescura, sensibilidad y empatía con el auditorio.
Zanguango Teatro presentó Entre lombrices, sin duda el espectáculo más humorístico de los vistos. Agradable reencuentro con Miguel Muñoz y su compañía de estilo inconfundible. Humor cañero. Inteligencia. Ironía. Juventud perpetua. El espectáculo gira en torno a la muerte, al mundo televisivo y las redes sociales. Reality mordaz, ácida reflexión sobre el valor de la vida y de la muerte. Excelente trabajo de clown el de los actores Txubio Fernández de Jáuregi y Miguel Garcés, también autores del espectáculo.
La tercera jornada se abrió con una producción de Teatro de Malta, Kubik Fabrik y Corazón de Vaca, que presentaron en coproducción, Viejos amores, un espectáculo policíaco perfectamente armado, que adapta una novela homónima de Juan Madrid. El espectáculo retrata la vida de un violador y asesino en serie, que fue noticia en los años ochenta. Una propuesta impecable pero muy dura en contenidos. Muy buen trabajo de todo el equipo de actores, brillando especialmente Delfín Caset, que da vida al protagonista, un individuo extremadamente depravado y cruel.
Últimos días de una puta libertaria de Fundición Producciones y Devenir Producciones, presenta un fragmento en la vida de una anciana con síndrome de Diógenes atrincherada en su casa. Ex prostituta, bebedora, fumadora empedernida, anarquista a ultranza. Una vida que se acerca a su fin. Decrepitud. Una existencia marcada por la soledad, la miseria, y el recuerdo, pero también por el valor, la rebeldía, y la bondad. Un grandísimo trabajo de María Alfonsa Rosso. Entrañable y conmovedora.
Las rameras de Shakespeare de Arden Producciones cuenta la historia de un acaudalado lord que, encaprichado de escuchar a los personajes femeninos de Shakespeare en un momento en que las mujeres tenían prohibido actuar, contrata para ello a tres prostitutas. Estupenda puesta en escena de Chema Cardeña, aliñada con frescura y humor, en la que destaca sobremanera el brillante trío de protagonistas femeninas.
Y cerrando la Feria el espectáculo de danza contemporánea Memorias de una pulga a cargo de Sol Picó, acompañada sobre las tablas por Valentí Rocamora i Torà y Carlos Fernández Fuentes. Tres personajes viajando a la deriva en un mundo caótico y decadente. Absurdo, provocación, ironía. Momentos mágicos. Muy buena técnica, potencia y energía sobre el escenario. Un espacio escénico muy sugerente y muy bien iluminado. Imágenes muy bellas desde una estética tan sucia como contundente.
La panorámica de lo visto en la Feria ofrece un balance muy positivo. Destacar el ambiente cordial y distendido del evento, la estupenda organización y la comodidad de una programación bien repartida en unos espacios escénicos muy adecuados. Cohesión del sector. Compañías coproduciendo para poder afrontar espectáculos de formato grande. Imaginación supliendo recursos económicos. La fuerza del teatro por encima de la crisis, de los recortes, del cuello de botella que se estrecha hasta casi asfixiarnos. Adaptación, lucha y celebración a pesar de los pesares. Entusiasmo y sobre todo, esperanza. Esperanza incombustible. Resistencia. Tesón. Trabajo. Aguante en una carrera de fondo llena de trampas letales. No hay estrategia de exterminio que pueda con nosotros: el teatro es inmortal.